Las facturas electrónicas son las versiones digitales o comprobantes fiscales digitales de las facturas tradicionales. Deben ser funcionales y equivalentes, legalmente, a las mismas.
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Facturación electrónica
Para realizar facturas electrónicas, utilizamos se emplean soportes o aplicaciones como Facturalia para su almacenamiento, en vez de utilizar un soporte físico.
Hay países en los que la legislación no admite este tipo de facturas, pero en aquellos en los que sí, como España, la validez de una factura electrónica es exactamente la misma que la de la tradicional factura en papel y, gracias a la firma digital que incluye, es un documento considerado como vinculante y que no necesita de mayor prueba o confirmación que su propia existencia.
¿Cuáles son los beneficios de las facturas electrónicas?
El ahorro es una de las principales ventajas que ofrecen este tipo de facturas. Entre los motivos que hacen posible el ahorro encontramos:
- Oportunidad en la información, tanto en la recepción como en el envío.
- Ahorro en el gasto de papelería.
- Facilidad en los procesos de auditoría.
- Mayor seguridad en el resguardo de los documentos.
- Menor probabilidad de falsificación.
- Agilidad en la localización de información.
- Eliminación de espacios para almacenar documentos históricos.
- Procesos administrativos más rápidos y eficientes.
- Reducción de costes.
- Mejora de la eficiencia.
- Aumenta la seguridad documental.
- Reducción en tiempos de gestión.
- Mayor agilidad en la toma de decisiones.
La factura electrónica permite que instituciones, empresas y profesionales dejen atrás las facturas en papel y las reemplacen por la versión electrónica del documento tributario.
Fases de las facturas electrónicas
- Creamos la factura, con los mismos datos de siempre y lo almacenamos en un fichero de datos
- Firmamos con nuestro certificado digital