Uno de los temas que más dudas genera entre autónomos y empresarios es la obligación de emitir facturas, ¿Puedo negarme a emitir factura?.
A menudo surgen situaciones en las que un cliente solicita un documento, pero el profesional se plantea: “¿puedo negarme a emitir factura?”.
La respuesta depende del tipo de operación, del perfil del cliente y de la normativa vigente.
Emitir facturas no siempre es opcional: en la mayoría de los casos es una obligación legal regulada por el Reglamento de Facturación y la Ley del IVA.
Sin embargo, existen ciertos supuestos en los que no es necesario o incluso no procede emitir una factura.
En este artículo vamos a analizar en detalle cuándo es obligatorio emitir factura, en qué casos puedes negarte, qué consecuencias tiene no cumplir con la normativa y qué buenas prácticas conviene seguir.
Índice
Marco legal de la obligación de facturar
La obligación de emitir facturas en España está regulada por:
- Ley 37/1992 del IVA.
- Reglamento de Facturación (Real Decreto 1619/2012).
Estas normas establecen que autónomos y empresas deben emitir factura por todas las entregas de bienes y prestaciones de servicios, con independencia de quién sea el cliente.
Casos en los que es obligatorio emitir factura
En términos generales, siempre debes emitir factura cuando:
- Prestas un servicio o vendes un producto a empresas, profesionales o administraciones públicas.
- El cliente lo solicita expresamente, aunque sea un particular.
- Realizas operaciones intracomunitarias o internacionales.
- Se trata de operaciones sujetas a retención de IRPF.
- Se trata de operaciones con bienes de inversión.
En todos estos supuestos, negarme a emitir factura sería un incumplimiento de la normativa.
Casos en los que no es obligatorio emitir factura
Existen situaciones específicas en las que la normativa permite no emitir factura, siempre que no la solicite el cliente:
- Ventas al por menor a particulares, como en tiendas físicas o restaurantes. En estos casos se puede entregar un ticket o factura simplificada.
- Servicios de transporte de viajeros y equipajes. El billete funciona como justificante.
- Servicios prestados por máquinas expendedoras automáticas.
- Actividades exentas de IVA, como:
- Educación en centros autorizados.
- Servicios médicos y sanitarios.
- Seguros y reaseguros.
En estas situaciones, el autónomo o empresario puede no emitir factura, salvo que el cliente la pida.
Casos en los que puedo negarme a emitir factura
Dicho de otro modo, ¿cuándo es legal responder “no” a la petición de un cliente?
Puedes negarte en los siguientes supuestos:
- Si el servicio o producto está exento de IVA y la normativa no obliga a emitir factura.
- Si se trata de una venta al por menor a un particular y se entrega un ticket válido.
- Si el cliente pide una factura falsa o manipulada. Emitirla sería un fraude fiscal.
- Si no eres el sujeto obligado a facturar, por ejemplo, en operaciones donde la obligación recae en el destinatario (caso de inversión del sujeto pasivo en la UE).
En cualquier otro caso, negarme a emitir factura sería incumplir la ley.
Qué ocurre si no emito factura cuando debería
Negarse a emitir factura en casos obligatorios tiene consecuencias:
- Sanciones económicas: Hacienda puede imponer multas de entre 150 € y 300 € por cada factura no emitida.
- Imposibilidad de deducciones: el cliente no podrá deducirse el gasto ni el IVA soportado.
- Pérdida de confianza: clientes y proveedores pueden desconfiar si no se entrega factura.
- Riesgo de inspección: negarse puede levantar sospechas de facturación oculta.
Diferencia entre factura completa y factura simplificada
Una de las dudas habituales es si un ticket puede sustituir a una factura.
- Factura completa: obligatoria en operaciones con empresas, profesionales o administraciones públicas.
- Factura simplificada: válida en ventas al por menor, siempre que no superen los 400 € o en casos concretos hasta 3.000 € (restaurantes, transporte, peluquerías, etc.).
En estos casos, si el cliente pide una factura completa, no puedo negarme a emitirla.
Ejemplo práctico
Un autónomo que gestiona un bar se pregunta: ¿puedo negarme a emitir factura a un cliente que pide el justificante de una comida?
- Si el cliente es un particular y no pide nada, basta con el ticket.
- Si el cliente es una empresa y pide factura para deducirse el IVA, está obligado a emitirla.
Negarse en este caso sería ilegal.
Facturas falsas: un caso prohibido
Un aspecto importante es que nunca debes emitir facturas falsas, aunque te lo soliciten. Ejemplos:
- Facturar servicios no prestados.
- Alterar importes para deducir más IVA.
- Duplicar facturas.
Emitir facturas falsas constituye fraude fiscal, con sanciones que pueden superar el 150% de la cantidad defraudada.
En este caso, puedo y debo negarme a emitir factura.
Relación con VeriFactu y digitalización
Con la llegada del sistema VeriFactu en 2026, la Agencia Tributaria recibirá en tiempo real todas las facturas emitidas por autónomos y pymes.
Esto supondrá:
- Mayor control sobre qué operaciones deben facturarse.
- Imposibilidad de emitir facturas falsas o modificadas.
- Menor margen para negarse a facturar en operaciones obligatorias.
La digitalización eliminará muchos vacíos legales en este ámbito.
Consejos prácticos
- Infórmate de tus obligaciones según tu sector y tipo de cliente.
- No niegues nunca una factura cuando el cliente la solicite y estés obligado por ley.
- Usa software de facturación homologado para garantizar cumplimiento normativo.
- Distingue entre tickets y facturas completas: entrega lo que corresponda.
- Evita facturas falsas: negarse en este caso no solo es legal, sino obligatorio.
Conclusión ¿Puedo negarme a emitir factura? Casos permitidos y prohibidos
La duda sobre si puedo negarme a emitir factura tiene una respuesta clara: en la mayoría de los casos no.
Estás obligado a facturar en operaciones con empresas, profesionales, administraciones o siempre que el cliente lo pida.
Solo puedes negarte en casos puntuales, como operaciones exentas, ventas menores al por menor sin solicitud del cliente o cuando se pide una factura falsa.
Negarse de forma indebida puede conllevar sanciones, pérdida de confianza y problemas fiscales.
En definitiva, la mejor práctica para un autónomo o pyme es emitir siempre factura cuando exista la más mínima duda.
Esto no solo garantiza el cumplimiento legal, sino que también transmite seriedad y profesionalidad.

