Para cualquier autónomo o pyme, la morosidad es uno de los mayores riesgos a los que se enfrentan y gestionar las facturas impagadas legalmente es fundamental.
Emitir facturas no garantiza que el cliente pague en plazo y, cuando esto no ocurre, no solo se genera frustración, sino también graves problemas de liquidez que pueden poner en riesgo la viabilidad del negocio.
Saber gestionar facturas impagadas de manera legal y eficaz es fundamental para proteger los intereses de tu empresa, mantener relaciones profesionales adecuadas y, sobre todo, evitar que el impago acabe suponiendo pérdidas irrecuperables.
En este artículo vamos a analizar los pasos que debes seguir, las herramientas legales disponibles y los consejos prácticos para reducir al mínimo el impacto de las facturas impagadas.
Índice
¿Qué se considera una factura impagada?
Una factura impagada es aquella que, llegado el vencimiento acordado, no ha sido abonada por el cliente.
Los plazos de pago están regulados por la Ley 15/2010 de Lucha contra la Morosidad:
Entre empresas, el plazo máximo legal es de 60 días.
En el caso de administraciones públicas, el plazo es de 30 días.
Si transcurrido ese tiempo el cliente no paga, la factura se considera impagada y se pueden iniciar acciones legales.
Primeros pasos: gestión amistosa
Antes de emprender acciones legales, conviene agotar la vía amistosa. Estos pasos suelen ser suficientes en muchos casos:
- Recordatorio informal
- Un email o llamada educada recordando el vencimiento de la factura.
- Puede tratarse de un simple olvido administrativo.
- Segundo aviso escrito
- Enviar un recordatorio formal con copia de la factura y la fecha límite de pago.
- Indicar los intereses de demora que se aplicarán.
- Burofax o carta certificada
Es una comunicación fehaciente que demuestra ante un juez que has reclamado la deuda.
Suele ser el último paso antes de la vía judicial.
Intereses de demora y compensación de costes
La ley permite reclamar al deudor:
- Intereses de demora: tipo legal establecido por la Ley de Morosidad (interés del BCE + 8 puntos).
- Indemnización mínima de 40 € por costes de gestión de cobro.
Esto significa que además de la factura, puedes reclamar una cantidad adicional por el perjuicio causado.
Vías legales para gestionar facturas impagadas
Si la vía amistosa no funciona, existen diferentes mecanismos legales para reclamar una factura impagada:
Procedimiento monitorio
- Es el más rápido y utilizado.
- Se presenta en el juzgado con la factura, contrato o albarán firmado.
- El juez ordena al deudor pagar en 20 días.
- Si no paga ni se opone, se inicia la ejecución forzosa (embargo de bienes).
Juicio verbal u ordinario
Si el deudor se opone al monitorio, se abre juicio verbal (menos de 6.000 €) u ordinario (más de 6.000 €).
Requiere abogado y procurador en la mayoría de los casos.
Reclamación notarial
El notario puede requerir de pago al deudor, dejando constancia oficial.
Es una opción más económica que un juicio.
Empresas de recobro
Actúan como intermediarias para reclamar deudas.
Suelen cobrar comisión sobre lo recuperado.
Ejemplo práctico
Una pyme de servicios informáticos emite una factura de 3.000 € con vencimiento a 30 días.
Pasados 60 días, el cliente no paga.
- Envían dos recordatorios por email y un burofax.
- Reclaman intereses de demora (+120 €) y costes de gestión (+40 €).
- Presentan procedimiento monitorio con la factura y contrato.
- El cliente, ante el requerimiento judicial, paga para evitar el embargo.
Resultado: la pyme recupera no solo los 3.000 €, sino también 160 € adicionales.
Cómo reducir el riesgo de facturas impagadas
La mejor forma de gestionar facturas impagadas es prevenirlas antes de que ocurran:
- Revisar la solvencia del cliente antes de firmar contratos.
- Incluir cláusulas claras de pago en contratos y presupuestos.
- Pedir anticipos o pagos parciales en proyectos grandes.
- Utilizar medios de pago seguros (transferencia, domiciliación).
- Emplear software de facturación que avise automáticamente de vencimientos.
El papel del software de facturación
Un buen programa de facturación puede ayudarte a:
- Emitir facturas con vencimientos claros.
- Programar recordatorios automáticos.
- Controlar qué facturas están pendientes.
- Generar informes de riesgo de clientes.
Con la llegada de VeriFactu en 2026, todas las facturas estarán registradas y remitidas a Hacienda en tiempo real, lo que dará aún más seguridad y trazabilidad.
Diferencias entre reclamar a particulares y empresas
- A empresas: se aplica la Ley de Morosidad, con intereses y compensaciones.
- A particulares: el proceso es más largo y los intereses de demora son menores, pero igualmente se pueden reclamar.
Costes de reclamar una factura impagada
- Procedimiento monitorio: económico, aunque si el deudor se opone habrá que acudir a juicio.
- Juicio ordinario: requiere abogado y procurador (coste variable según cuantía).
- Notario o recobro: costes más bajos pero sin garantía de éxito total.
En todo caso, siempre es recomendable valorar si el importe de la factura compensa iniciar la vía judicial.
Conclusión Cómo gestionar facturas impagadas legalmente
Saber gestionar facturas impagadas es esencial para cualquier autónomo o pyme.
La morosidad puede poner en peligro la viabilidad del negocio, pero existen herramientas legales eficaces para reclamar lo que es tuyo.
Primero, agota la vía amistosa con recordatorios y burofax.
Después, reclama intereses de demora y costes.
Si no hay solución, acude al procedimiento monitorio u otras vías legales.
Y, sobre todo, prevén los impagos con contratos claros, anticipos y un buen control de facturación.
En definitiva, la clave está en ser firme pero profesional, proteger tus derechos y apoyarte en la ley para garantizar que el trabajo realizado se cobra en su totalidad.

