La relación entre la facturación y la declaración anual del IRPF es una de las cuestiones que más dudas generan entre los autónomos y pequeños empresarios.
Emitir facturas correctamente no solo garantiza cumplir con la normativa mercantil y fiscal, sino que también determina la base sobre la que se calculan los impuestos personales en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
En este artículo explicaremos de manera detallada cómo influye la facturación en la liquidación anual del IRPF, qué gastos se pueden deducir, cuáles son las obligaciones principales y qué errores conviene evitar para no tener problemas con Hacienda.
Índice
La relación entre facturación y declaración anual de IRPF
El IRPF grava los ingresos obtenidos por personas físicas a lo largo del año, y los autónomos tributan en función de los beneficios que generan con su actividad económica.
La facturación es la base documental y contable que refleja esos ingresos:
- Cada factura emitida aumenta la base imponible del IRPF, ya que se considera un ingreso de la actividad.
- Cada factura recibida puede suponer un gasto deducible, siempre que cumpla los requisitos legales.
En resumen, la facturación declaración anual IRPF están directamente relacionadas, porque las facturas determinan el rendimiento neto de la actividad que se declara en la renta.
Tipos de regímenes de IRPF para autónomos
Dependiendo de la actividad y facturación, el IRPF puede calcularse de dos maneras:
Estimación directa normal
- Se aplica a autónomos con facturación anual superior a 600.000 €.
- El beneficio se calcula como ingresos menos gastos deducibles.
- Estimación directa simplificada
- Para autónomos con ingresos inferiores a 600.000 €.
- Se calcula también ingresos menos gastos, pero con reglas más sencillas.
- Se aplica una deducción adicional del 5% por gastos de difícil justificación (máx. 2.000 €).
Estimación objetiva (módulos)
- Solo disponible para ciertos sectores (hostelería, comercio minorista, transporte, etc.).
- No depende de la facturación real, sino de indicadores como metros del local, número de empleados o potencia eléctrica.
Cómo se integra la facturación en la declaración anual del IRPF
En el modelo de declaración de la renta, los autónomos deben declarar:
- Ingresos íntegros → la suma de todas las facturas emitidas.
- Gastos deducibles → la suma de facturas recibidas relacionadas con la actividad.
- Rendimiento neto → ingresos menos gastos.
Ejemplo simplificado:
- Ingresos facturados: 40.000 €
- Gastos deducibles: 15.000 €
- Rendimiento neto: 25.000 €
Sobre esta base se aplican reducciones, mínimos y el tipo de gravamen progresivo del IRPF.
Gastos deducibles vinculados a facturación
No todas las facturas recibidas se pueden deducir. Hacienda exige que sean gastos afectos a la actividad.
- Algunos de los más habituales son:
- Alquiler de oficina o despacho.
- Suministros (agua, luz, internet).
- Material de oficina y equipos informáticos.
- Formación relacionada con la actividad.
- Gastos de desplazamiento, dietas y manutención (con limitaciones).
- Cuotas de Seguridad Social.
- Servicios profesionales de gestoría.
El problema es que, si una factura no está correctamente emitida o carece de datos fiscales, no se podrá deducir en la declaración anual del IRPF.
Retenciones en facturas y su impacto en el IRPF
En muchas profesiones (ejemplo: abogados, diseñadores, asesores, formadores), los autónomos deben incluir retenciones de IRPF en sus facturas a clientes que sean empresas o profesionales.
- Tipo general: 15%.
- Tipo reducido: 7% durante los tres primeros años de actividad.
Estas retenciones no son un gasto, sino pagos a cuenta del IRPF.
Es decir:
- El cliente retiene esa parte y la ingresa directamente en Hacienda en nombre del autónomo.
- Cuando llega la declaración anual, esas retenciones se descuentan del resultado final.
Ejemplo:
Factura de 1.000 € + IVA con 15% de IRPF → el cliente paga 850 € y abona 150 € en Hacienda.
En la renta anual, el autónomo ya tendrá 150 € ingresados a cuenta.
Obligaciones periódicas durante el año
La declaración anual del IRPF se presenta entre abril y junio, pero a lo largo del año los autónomos ya deben ir adelantando pagos:
- Modelo 130 (pago fraccionado de IRPF) → trimestral, declarando ingresos y gastos acumulados.
- Modelo 111 → si se practican retenciones a trabajadores o profesionales subcontratados.
Estos pagos se descuentan después en la declaración anual.
Ejemplo práctico completo
Un terapeuta autónomo factura en 2025 un total de 50.000 € a sus clientes, con los siguientes datos:
- Gastos deducibles justificados: 20.000 €
- Retenciones practicadas en facturas: 4.500 €
Cálculo:
- Rendimiento neto: 50.000 – 20.000 = 30.000 €
- Pagos a cuenta (modelo 130 + retenciones): 4.500 €
En la declaración anual del IRPF, esos 30.000 € se integran en la base imponible general.
El resultado dependerá del tipo marginal que le corresponda.
Errores comunes a evitar
- No emitir factura por un ingreso recibido → riesgo de sanción y pérdida de credibilidad fiscal.
- Emitir facturas incompletas (sin NIF, descripción o numeración) → invalida el documento.
- No conservar facturas → la obligación es guardar las facturas durante al menos 4 años.
- Confundir IVA con IRPF → el IVA repercutido y soportado no afecta directamente al IRPF, son impuestos distintos.
- No declarar ingresos en metálico → todos los ingresos deben facturarse y declararse.
Relación con la digitalización y VeriFactu
A partir de 2026, con la implantación de VeriFactu, los autónomos deberán emitir facturas con software verificable que informe automáticamente a Hacienda.
Esto tendrá un impacto directo en la facturación y la declaración anual del IRPF, porque:
- Habrá mayor control sobre los ingresos declarados.
- Se reducirá la economía sumergida.
- Los errores en numeración o datos fiscales quedarán minimizados.
Consejos prácticos para una correcta facturación y declaración anual de IRPF
- Lleva un registro ordenado de todas las facturas emitidas y recibidas.
- Aplica retenciones de IRPF cuando corresponda.
- Revisa los gastos deducibles y asegúrate de que las facturas cumplen requisitos.
- No olvides los pagos trimestrales (modelo 130).
- Usa software homologado para evitar errores de cálculo o de formato.
- Consulta con un asesor si tienes dudas en actividades con IVA exento o regímenes especiales.
Conclusión Cómo afecta la facturación a la declaración anual del IRPF
La facturación declaración anual IRPF están estrechamente relacionadas, ya que las facturas son la base sobre la que se calculan los ingresos, los gastos deducibles y, en definitiva, el rendimiento neto de la actividad económica.
Emitir facturas correctas garantiza validez legal y deducción de gastos.
Las retenciones en facturas funcionan como pagos a cuenta del IRPF.
Los autónomos deben presentar modelos trimestrales que después se regularizan en la renta anual.
Con la llegada de la factura electrónica obligatoria y VeriFactu, el control será aún más exhaustivo.
Cumplir con estas obligaciones no solo evita sanciones, sino que también aporta tranquilidad, profesionalidad y seguridad en la gestión del negocio.

